LA ADICCIÓN DEL TRABAJO

 In Crecimiento personal, Emprendimiento, Gestión empresarial, Liderazgo
E

sto me pasó durante tanto tiempo y he tenido tantos clientes en la misma situación. Es muy fácil autoconvencerse de que “tiene que ser así”, “no puedo hacer otra cosa”, “en este momento es necesario”, “es sólo una temporada, ya me tomaré el tiempo cuando pase”. ¿Te suena?

La infelicidad, frustración, tristeza, ansiedad o similar, llaman a la puerta pero yo prefiero mirar a otro lado y no abrir. No vaya a ser que los tenga que enfrentar y no sabría ni por dónde empezar. Así que me afano más en el trabajo para ver si así dejo de oír los golpes en la puerta.

Como con cualquier otra adicción, el trabajo puede ser una forma de escapar mi realidad. Mucho mejor aceptada que cualquier otra adicción, eso sí, pero no por ello más sana. El impacto psico-emocional y físico a la larga es obvio y siempre acaba saliendo a la luz si no se atiende. Como enfermedad física o mental.

Como con cualquier otra adicción, el trabajo puede ser una forma de escapar mi realidad.

Eso que iba a ser solo una temporada se alarga y de meses, de repente, se han hecho años. Y en un momento de crisis, llega le pregunta intrusa: “¿qué he estado haciendo todos estos años de mi vida?” o “¿qué estoy haciendo con mi vida?”. Y empieza a temblar el suelo porque ya no se puede evitar oír los golpes en la puerta y quizá hasta ya hayan entrado en casa. Y si esto pasa, quizá sea lo mejor. Solo cuando tomo consciencia de que no estoy bien es que puedo hacer algo al respecto. Las crisis son necesarias para hacerme consciente de lo que no está funcionando, romper con ello y hacer los cambios que necesito.

Si eres de l@s que posponen el cambio, ponte una señal de ALARMA. Tanto si pospones como si tomas acción,  pregúntate:

  1. ¿Cómo estoy?
  2. ¿Qué necesito?
  3. ¿Qué puedo hacer al respecto?, ¿qué creo que no puedo hacer pero en realidad sí puedo, solo que me da miedo?
  4. ¿Estos cambios son reales o son solo “mini-cambios” para posponer enfrentarme a la realidad para más adelante?

Lo ideal sería hacerse estas preguntas a diario, para ir solucionando en el momento y no tener que llegar a una crisis, que me va a doler más.

Y tú, ¿cómo estás? ¿Te pasa o te ha pasado? Te leo.

Recommended Posts

Leave a Comment

Start typing and press Enter to search