PARA CORRER MÁS RÁPIDO, PARA

 In Crecimiento personal, Emprendimiento, Liderazgo, Mindfulness y meditación
A

yer estaba escribiendo esta entrada. La había planificado para publicarla ayer pero se fué pasando el día y seguía pendiente en mi lista. Y me dije: “La tengo que subir”. Así que me puse a escribirla. Empecé a darle vueltas, escribía pero no me cuadraba lo que escribía. En mi mente se turnaban dos pensamientos a modo de partido de tenis: “Jo, si es que estoy cansada, lo que me apetece es cerrar y sentarme a ver la serie.” – “Venga, Ana, que es sólo una entrada, escríbela y ya la tienes hecha”. Y entre un pensamiento y el otro, yo dando vueltas al texto. Hasta que volví a leer realmente el título (la idea de la que estoy escribiendo)  y me dió por reír… “¡¿De verdad que voy a decir a otros que paren y yo no lo estoy haciendo?!” 🤦🏼‍♀️ Consejos doy que para mí no tengo. Ya ves.

Qué fácil es meterse en la espiral y dejarse llevar por la inercia, sin parar. Como si el cuerpo, y la mente, tuvieran que responder sí o sí a lo que yo me he metido en la cabeza que “tiene que pasar”. De base, yo soy partidaria de dar ese “paso extra”, “to go the extra mile” que dicen los anglosajones. Es la única forma de seguir creciendo y progresando. Sin embargo, para que realmente ese paso extra sea efectivo y sostenible en el tiempo, es necesario escuchar lo que mi cuerpo me dice, que es el que me va a llevar. Y darme cuenta cuando ese paso extra a lo mejor ya lo dí, hace dos pasos atrás.

Parar para correr más rápido.

La mente consciente es limitada y se satura. Como un músculo con el que estamos haciendo fuerza, solo podemos mantener el esfuerzo continuo durante un tiempo limitado. Luego tenemos que relajar el músculo para recuperar la fuerza y poder volver a hacer el esfuerzo. Tras un tiempo de esfuerzo, la mente necesita la misma distensión para poder volver a rendir. Si no la tiene y mantenemos el esfuerzo, nuestro rendimiento va en detrimento. Además de que el tiempo de recuperación que luego necesitaremos será cada vez más largo. Con lo que, para ser más eficientes y hacer más en menos tiempo, es preferible hacer descansos cortos más frecuentes. Lo que se dice parar para correr más rápido.

¿Qué hice ayer al final? Sí, paré. ¡Tengo que ser congruente con lo que digo! Cerré, puse la serie y cuando me iba yendo a la cama, me vino a la mente este texto, fluyendo como de una fuente.

Nuestro cuerpo es mucho más sabio y tiene el poder. Pretendemos controlarlo y forzarlo a lo que tenemos en la mente y de ahí nos vienen muchas frustraciones. La única forma es alinearnos con él. Aprender cómo funcionamos cada uno y cuidarlo para que nos cuide. El cuerpo tiene sus necesidades y su ritmo, y tenemos que respetarlo para que nos lleve todo lo lejos que queramos

¿Te pasa a tí también? Te leo.

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