LA CLAVE DEL ÉXITO DE TU NEGOCIO

 In Crecimiento personal, Emprendimiento, Gestión empresarial, Liderazgo
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a clave del éxito de tu negocio no está en lo que ya sabes. La clave del éxito de tu negocio está en el grado en el que estés dispuest@ a aceptar lo que no sabes, buscar ayuda y aprender.

Cuando pensamos en montar un negocio, necesitamos partir de los que sabemos y apoyarnos en los recursos que tenemos. Ese es el inicio, sin embargo, a lo largo del proceso de desarrollo del negocio, para que mi negocio se expanda y crezca, yo tengo también que expandirme y crecer. En conocimientos, foco y recursos (personales, materiales, humanos, etc.).

La clave del éxito de tu negocio está en el grado en el que estés dispuest@ a aceptar lo que no sabes, buscar ayuda y aprender.

Como dice Michael E. Gerber en su libro “El mito del emprendedor” (excelente libro, por cierto), todo negocio pasa por tres etapas: infancia, adolescencia y madurez. Cada etapa tiene sus necesidades, sus particularidades y sus problemas concretos. Sin embargo, da igual la fase en la que esté tu negocio, uno que se repite en todas ellas es creer que se sabe y/o se puede más de lo que realmente se sabe y/o se puede. Alguna de estas creencias aparece:

· Yo sé hacerlo mejor.

· Yo puedo hacerlo todo.

· Yo puedo hacerlo más rápido.

· La mejor forma de hacerlo es como yo lo hago.

· Si no lo hago yo, no sale o sale mal.

Ser un excelente chef no implica saber llevar un restaurante. Ser buen profesional en el área técnica de un negocio no tiene nada que ver con saber llevar un negocio. Se requieren conocimientos, actitudes, recursos y visión diferentes. Es necesario ser consciente de ello, aceptarlo y actuar en consecuencia. Es necesario desarrollar humildad, flexibilidad y foco. Ser consciente de lo que se sabe, aceptar lo que no se sabe y buscar la ayuda correspondiente.

El siguiente riesgo es lanzarse al otro extremo del péndulo. Contratar a alguien y en lugar de delegar, abdicar. Dejar toda la responsabilidad en esa persona y esperar “ciegamente” que haga su trabajo, y de la forma que yo tengo en la mente, claro. Esta situación va acompañada en muchas ocasiones de instrucciones poco claras y la expectativa de que “me lea la mente”. “Debería de saber, es su trabajo”, suele ser el pensamiento. Error. Pero este será tema de otro post.

¿Te pasa o ha pasado? ¿Cómo lo afrontas? Te leo.

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